Todo ha ido muy rápido. La última vez que escribí fue desde la barra del sushi, y ahora, después de casi dos meses desaparecida, aquí estoy de vuelta. ¿Qué ha cambiado? ¡Abrimos nuestra propia tienda! A principios de Abril quedó vacío el local donde había estado trabajando hace algún tiempo, donde reparaba móviles para una empresa, y pocos días después firmábamos el contrato de alquiler. Muchas horas y esfuerzo invertidos concentrados en pocos días hicieron que pudiéramos abrir pocos días después (currazo que se pegó «er papa» con los muebles). ¡Mirad!
Mañana hará un mes que estamos abiertos, y la verdad es que no podía imaginarme hace un par de meses que estaríamos donde estamos ahora. Era algo muy lejano, un proyecto a muy largo plazo, y mira. A parte de atender a todas las empresas que veníamos atendiendo también atendemos particulares ahora.
He vuelto a tener un horario decente, vuelvo a dormir a Miniyo por las noches. Vivo cansada, pero eso es algo que ya he asumido. Si no fuera porque de vez en cuando necesito una cabezada para poder llegar al final del día, hasta me habría acostumbrado. Eso sí, ya no me quedo dormida hasta de pie. Por el camino se me han quedado varias cosas por contar, pero que es que no tenía tiempo ni de respirar. Ahora ya vuelvo a tener algunos minutos libres de vez en cuando y, esta vez sí, me he propuesto pasar por aquí algunas veces más al mes (por lo menos).
Así que ya sabéis, estamos todavía más disponibles para reparar lo que haga falta.