Tengo en mi interior una pequeña psicópata que de vez en cuando sale a la superficie, como en estos momentos, que con mucho gusto se ponía a arrancar cabezas a mordiscos. Y es que no es para menos. Imaginaros que de vuelta al camping pasó al lado nuestro un coche de bomberos y esperaba que fuera directamente a casa de los vecinos. Sí, esos vecinos que parecían tan majos. Por su bien, que no aparezcan en un par de días.
Primero voy a poneros un poco al corriente para los que os engancháis ahora o para los que se os haya pasado por alto algún detalle. Nada más llegar aquí, fueron los primeros en ofrecernos un trabajo, pero la cosa ha ido un poco más lenta de lo que esperábamos y hasta hace un par de semanas no recibimos noticias de la empresa. Según el vecino, había preguntado varias veces si ya nos habían llamado. Casualidad que solo han llamado cuando mi novio tiene trabajo y lo ven ir y venir todos los días.
Pues en un principio el trabajo era para los dos, porque nos decía que habían varios en la empresa que no sabían alemán, así que yo podía defenderme bien con mi inglés. Claro, una se hace ilusiones, pero a medida que pasa el tiempo se van apagando. Hasta hace dos semanas que recibí una llamada de la empresa, y centrémonos, YO recibí la llamada para MÍ entrevista de trabajo. Como no nos entendíamos muy bien, decidió mandarme por e-mail lo que tenía que decirme, y poco después así fue. Un intercambio de e-mails que tuvimos durante días y donde dejé muy claro que yo de alemán nada. Y ella dijo que no pasaba nada.
Días y días esperando a que se alinearan los planetas y se diera la circunstancia de que me concertaran la entrevista y que mi novio estuviera dispuesto a cambiar de trabajo (que si no, era imposible que yo fuera a trabajar). Y cuando por fin pasa…
Llegamos a la entrevista a 35 km de casa y nos recibe una mujer. Muy cortés y medio simpática. Nos hace pasar a los dos a una sala y le dice un par de cosas a mi novio. Luego se gira hacia mí (yo esperando que en ese momento me hablara en inglés como en los e-mails) y empieza a hablarme en alemán y muy rápido. Yo con cara de «pero que cojones es esto» y ella se queda callada. Mi novio le dice que en alemán no, pero que en inglés si que la entendería y ella de tirón dice que para mí no tiene nada. En ese momento, en mi interior me cagaba en todo lo cagable.
Pero la cosa no queda ahí, me ignora completamente y sigue hablando con mi novio de la oferta de trabajo que tiene para él. ¿Perdona? ¿Me he hecho invisible de repente o qué? Os resumo la oferta: régimen de semi-esclavitud por el mismo sueldo que tiene ahora. Que él hace sus 8 horitas de trabajo y listo.
Pensarlo, un trabajo a tomar por culo, sin fin de semana libre y sin poder compaginarlo con otro o un trabajo al que en el peor de los casos (para el coche que no está para muchos trotes) podría ir en bici, con un horario estable y pudiendo hacer otro trabajito los fines de semana, todo por el mismo sueldo. Creo que la decisión está clara. Si fuera para los dos, tira y pase. Pero solo para él, no cuela.
Cabreada no, lo siguiente. Me siento realmente engañada por el vecino y la empresa a la que representa porque después de haberme echo ilusiones otra vez, ha resultado una estafa, ya que estoy casi segura que lo hicieron para «enganchar» a mi novio, que ellos sabían que no iría por voluntad propia solo.
Lo dicho, que no aparezca por aquí, que ya se me han acabado las buenas caras y las sonrisas. Que seguro que aparecen a preguntar por la entrevista, y en esta ocasión voy a ser un poco alemana y no pienso cortarme un pelo. A mi no me la dan con queso y se van de rositas.