Día 14, Tokio

Bueno, para todos aquellos que acostumbráis a comer sushi en España, comer sushi en Japón poco tiene que ver en la mayoría de ocasiones. Olvidaros del aguacate, del surimi o del salmón ahumado. Aquí suele ser todo pescado crudo y arroz, y solo en congrio (creo, no estoy muy segura de la traducción) lo sirven cocinado como el atún en lata. Que estar está bueno, pero yo no me esperaba que me pusieran un trozo de calamar crudo sobre una bolita de arroz. Había que probarlo, pero no es mi fuerte. El atún y el salmón aquí están como más tiernos, y el sabor cambia. ¿Que a qué viene todo esto? A que busqué un sitio que tuviera sushi “de verdad”, no de esas versiones para turistas que te vendes por ahí (y que tan ricas están, todo hay que decirlo). Fuimos a un pequeño local que tendría 3 o 4 mesas y una zona de tatami con mesas bajitas.

Las tablitas del fondo era la carta

Nos comimos unas piezas de sushi que estaba muy bueno. Habrían unos 6 o 7 tipos de pescado diferentes. Una pena estar tan hambrienta que ni me acordé de sacar una foto hasta que ya me lo había zampado todo. De todas formas seguro que en el perfil de Google del restaurante habrá alguna de la comida. Tsune sushi se llama el sitio.

Y no estaba previsto, pero resultó en una grata sorpresa ver que en esa zona había una especie de mercado. Encima era domingo y se ve que había alguna ocasión especial en un templo que estaba a mitad del mercado y se veía a mucha gente con los kimonos tradicionales por allí. Había alguna que había hecho una interpretación libre del kimono, pero eran realmente vistosos y bonitos. A mi me encantan. De hecho, me he traído 2 de vuelta a casa.

Había gente por allí (sobre todo turistas) montados en rickshaw recorriendo aquello. Curioso cuanto menos. El tipo que conduce iba andando. Ni bici ni gaitas, andando.

Aparcado

Era un poco una zona orientada al turista, pero los precios más o menos estaban como en cualquier otro lugar. Lo que me llamó la atención fue la cantidad de sitios en los que alquilaban kimonos por horas. Y claro, tiendas con kimonos de segunda mano. Si llego a saberlo… percheros y más percheros con kimonos, obis, cuerdas… de todo y a buen precio. En algunas rondaban los 2.000¥, pero otras tenían “tarifa plana” en 1.100¥. Si alguien tiene la intención de buscarse un kimono, este es el sitio. Hay mucho donde elegir.

Calle comercial Nakamise

Ya como segunda comida del día (a estas alturas llevábamos el sushi a la altura de los tobillos) fuimos a un restaurante con plancha (como no) y nos hicimos unos fideos bien buenos.

Yakisoba

Y para rematar la faena y ya acabar de agotarnos del todo nos fuimos de vuelta a Akihabara a cacharrear un poco más. Es curioso, alli en España ni se nos pasaría por la cabeza dejar en la calle mercancía en ninguna tienda que valga más de 1€ o 2€. Mirad aqui.

Un escaparate cualquiera

No se si lo veis bien, pero en esa caja hay IPads. IPads expuestos en la calle, sin ningún sistema de seguridad ni nada más allá de una fina bolsa de plástico del zip. Si fuera España, a los 10 minutos no queda ni el cajón, ya os lo digo yo.

Así en general hemos estado haciendo una media de 16 km al día CAMINANDO, por supuesto aquí no entran los trayectos en bici/patinete o tren. Agotados es poco. Vamos a necesitar vacaciones de las vacaciones.

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