Bueno, nuestro segundo día comenzó con una visita al Centro Comercia Pantip Plaza Pratunam. La particularidad de este centro comercial es que está dedicado a la electrónica. Pasillos y pasillos de tiendecitas dedicadas a la electrónica. De todas las marcas, conocidas y no tan conocidas, y con todas las opciones. Reparación, venta, accesorios… más o menos de 2 o 3 metros cuadrados la mayoría, quitando a las grandes marcas que tenían una tienda de tamaño «normal». 7 plantas con todo lo que puedas necesitar organizadas según lo que ofrecían. Reparación de Moviles, de portátiles, de impresoras, venta de dispositivos nuevos…
Como este, un montón de pasillos. A esas horas todavía no había nadie, pero luego empezó a llegar gente.
Perdí completamente la noción del tiempo ahí dentro.
Después de comer nos fuimos a por lo segundo más típico después de los masajes (que también nos dimos) los trajes a medida. El primer día fuimos a encargarlo para la boda (que ya os iré contando más adelante) y nos citaron al día siguiente para la prueba. Allí estábamos, ni 24 horas después de que miráramos las telas y le cogieran las medidas a Roxu y ya lo tenían casi listo. A falta de ajustarle un poco la chaqueta, ya tenían listo el pantalón y las camisas. ¡Que eficiencia!
No eran los más baratos (luego os explico un poco más del tema) pero fueron muy eficientes y profesionales. Quedamos encantados con el resultado. Os enseño una muestra de una de las camisas, que quedaron genial.
Vale, ahora os explico lo del precio. Mi madre trabaja (si, mamá, si tienes un sueldo y horario es un trabajo, no echar una mano) en una costurera y dice que le han llegado muchos trajes hechos en Bangkok que luego hay que arreglarlos muchísimo y ni aún ni así quedan del todo bien. Claro, ves carteles que anuncian trajes completos por 100€ en 24 horas, no me extraña que luego te den lo que sea y como sea. El nuestro se tomó algo más de tiempo, pero mereció la pena. Siempre se ha dicho, lo barato sale caro. Aún y así, no siendo de los baratos, nos costó menos de la mitad de lo que nos pedían por uno parecido (con menos repertorio de colores) en el pueblo.
Tras descansar un rato en el hotel, nos fuimos a cenar a la zona de Soi Cowboy. No diré que no sabía lo que había en esa calle, pero no imaginaba que estuviera todo tan expuesto. Muchas chicas en la puerta de los locales en bikini o ligeras de ropa captando clientes con una chapa numerada. En ese momento me di cuenta de que a penas había visto tatuajes desde que había llegado allí. Solo las chicas que trabajaban en esos locales van tatuadas. Imagino que alguna que otra también tendrá tatuajes, pero no se veían por ninguna parte.
Cenamos cerca y después de la cena volvíamos por la calle de los locales de fiesta. Una de las manager que había en las puertas (vestida de traje con el pelo corto) nos convenció para entrar. Lo que nos encontramos no me lo esperaba. No sé cómo explicarlo de una forma… un poco más delicada. Había una mujer vestida nada más con la parte de arriba de un bikini disparando con una cerbatana a unos globos atados sobre la barra. No era con la boca. Y oye, hay que admitir que tiene su mérito, esa puntería no la tengo yo ni con las dos manos. Menos todavía con la parte de cuerpo que lo estaba haciendo ella. No contenta con esto, cuando los explotó todos empezó a disparar al público pelotas de Ping-pong. A estas alturas quien no lo hubiera cogido ya tiene que tener claro con qué las lanzaba.
Nos acosaban de continuo para que bebiéramos más, para que invitáramos a las chicas, en fin , para que consumiéramos y nos gastáramos el dinero. En un descuido de la mujer que vigilaba, nos fuimos para el hotel. A dormir que al día siguiente nos esperaba un día duro (aunque Roxu no era consciente de ello)…