¡Con soborno, gracias!

Hay mucha gente que viene a la tienda a que les resolvamos pequeñas dudas del día a día, como por ejemplo donde está el whatsapp que lo he perdido, cuál es mi contraseña del Facebook, porqué no me llega nada al móvil en cuanto salgo de casa… consultas que les traen hasta mi mostrador y que con toda la paciencia que tenga ese día les atiendo sin problema. Todo hay que decirlo, hay días que tengo más y días que tengo menos. Días en los que amablemente explicó todo lo que haga falta y otro en los que «amablemente» le explico lo que haga falta. Habitualmente son de los primeros, y es el que nos trae tema para hoy.

Clientes que dejarte una propina como agradecimiento por tu ayuda nos es suficiente. Te quieren traer un café, una cerveza, chocolate… lo que se les pasa por la cabeza. Y a la clienta de la semana se le pasó…

¡Un mango! La clienta a la que había ayudado volvió al día siguiente y me trajo un mango. Que detalle. Me preguntó si me gustaba la fruta, así como quien no quiere la cosa, y apareció con este regalito. ¡Que maja es alguna gente! Y que poco cuesta sacarle una sonrisa a alguien.

En fin, que sigan viniendo gente tan maja a la tienda a la que me trasladan (de momento, que de aquí al lunes puede cambiar la cosa 15 millones de veces, ya os contaré) y tan original. Este está en el primer lugar en el ranking de propinas raras, por detrás queda un llavero de madera con la mano de Fátima, una tableta de chocolate y una pastilla de jabón que daban ganas de comerse de lo bien que olía. ¿Qué será lo siguiente?

Ya llega

Ya casi tenemos el verano aquí, ya empieza a notarse la cantidad de gente de fuera que viene de vacaciones aunque este año esté siendo un poco raro en cuanto al tiempo. Lo mismo hace sol como para ir en pantalón corto que hay que tirar de abrigo otra vez. Así estamos en casa, que todavía no nos hemos podido quitar la carraspera del viaje a Oviedo. Hasta el perro volvió con carraspera.

Pero yo a lo que venía realmente era a contaros la excursión que hicimos hace un par de semanas. Le regalé a Roxu un «encuentro con tiburones» en el Oceanográfico de Valencia. Se lo pasó en grande buceando en uno de los acuarios. Y la enana alucinaba con tanto bicho moviéndose por todos lados. Fuimos los 4 y lo pasamos genial visitando todo el parque. Como teníamos la entrada especial pudimos ver parte de las instalaciones que normalmente no abren al público, sobre todo Roxu que fue el único que buceó.

Mirad a Roxu con los tiburones.

Os aseguro que lo que lleva la mujer en la mano es un simple palo de plástico y de no mas de un metro. Los tiburones (y el resto de bichos en general) se les acercaban y pasaban rozando, incluso alguno chocaba contra ellos por simple curiosidad.

Cuando ya salió del agua nos fuimos a ver el resto del parque, que es grandote. Una de las partes que más disfrutó la enana fue el aviario. Es un recinto cerrado donde los pájaros están sueltos, no hay separación entre las personas y los animales, y a la peque le fascinan los pájaros. Imaginaros la cara con tanto pájaro diferente y tan cerca que casi podía tocarlos.

En fin, si tenéis peques que le gusten los animales, ahí van a disfrutar de lo lindo. Fue un día absolutamente agotador para todos, pero lo pasamos muy bien. ¡A ver donde vamos en la siguiente escapada!

Víspera

En unas horas empezará oficialmente San Valentín. Hacía años que no lo celebraba. Ahora mismo que yo recuerde… Buff… Ya ni me acuerdo. Pero un mínimo de 6 seguro. Ya ni me acordaba de esto. ¿Y sabéis lo peor (o mejor, según se mire)? ¡Que Roxu se me ha adelantado! Me ha regalado un colgante y un reloj preciosos. Y ahora me siento culpable porque todavía no he tenido tiempo de ir a recoger su regalo con el horario de trabajo que yo tengo. ¡Y mañana me quiere llevar de cena! Ya no recuerdo si quiera la última vez que me arreglé para una cena de San Valentín…

Que vale, hay gente que dice que es un invento para vender más. Pero a todos nos hace ilusión un detalle. ¿O me equivoco? Que tampoco es necesario una millonada par regalar ese día. Un pequeño gesto puede significar mucho y valer muy poco.

En fin, mañana voy a volver a celebrar un día que aunque haya gente que esté en contra, a mí me gusta. ¡Ya os contaré mañana!

Mensaje subliminal

De los creadores de la «funda para tablet muRtiuso, 10 puRgadas» ahora llegan con la revelación en el mundo de las tablets. La semana pasada fue el cumpleaños de mi madre, y le regalamos una tablet de la tienda en la que trabajo. Menudo cachondeo teníamos con ella. Para empezar diré que la tablet en cuestión se llama «Oye!! Mobile X10». Eran recién traídas y andábamos con la bromita del ¡oye! por el trabajo. Pero no contentos con ponerle un nombre que se presta a las bromas, han tenido el detalle de hacer una «traducción muy libre» de uno de los mensajes del sistema. Desde luego, estos chinos a veces sorprenden. Os presento la primera tablet del mercado antitabaco.

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Esto es lo que muestra la pantalla cuando quieres salir de una aplicación. No me diréis que no es curioso. Tengo dos teorías. La primera es que se le mezclaron los mensajes de dos aparatos diferentes. Y la segunda (y que más fuerza tiene) es que el chino que andaba haciendo esto estaba desesperado por un cigarro intentando dejar de fumar. Si no, no le veo yo ningún sentido.

En fin, a ver con qué nos sorprenden la próxima vez, que tiene pinta de ir mejorando la cosa. Para que luego digan que todas estas cosas son iguales…

La suerte llama dos veces

¡Qué alegría! ¡Qué alboroto! ¡Otro perrito piloto! Estamos en racha. Bueno, en realidad mi madre, pero ella es muy generosa. ¡Le ha tocado otro sorteo! Tal y como le tocó el otro día el de la cena, hoy le ha tocado un bono para un Spa cercano.

Resulta que en la radio local hacen sorteos todos los días (o casi) y lo único que hay que hacer para apuntarse es darle un «me gusta» en Facebook a determinadas páginas. Se asigna un número (no tengo muy claro si es aleatorio o por orden) y el que coincida con el número de la Once, ¡premio al canto! Y hoy le ha vuelto a salir. Pero como a ella el tema del Spa no le acaba de convencer, pues se está viendo quién va a ir en su lugar. Ya veremos, que hay un mes para gastarlo. De momento creo que yo estoy descartada, ya que nos llevamos la cena hace poco. Pero nunca se sabe, si mi hermano al final decide que no quiere ir, pues iré yo con mi padre.

La gente va a empezar a pensar que hay tongo, dos premios el mismo mes, es tener mucha suerte (y pasarse un buen rato en Facebook todos los días, que también tiene su faena). Ojalá tuviera tanta puntería (o suerte, no lo tengo muy claro) con los «Euromillones» o algún sorteo por el estilo. Ese sí que sería un buen premio.

Bueno, de momento el premio ya está en casa, así que en el momento que se pueda y apetezca, se irá al Spa. Como tenemos un mes para que caduque, hay tiempo para que se lo piensen y decidan. Yo donde de verdad tengo ganas de ir es a un pueblo a media hora de aquí que hace unos creppes de muerte. Si tal y como está previsto yo al final no voy a aprovechar el bono, ya liaré a mi novio para que volvamos a aquel restaurante a por el Creppe. Se me hace la boca agua sólo de pensarlo. ¡Qué rico estaba! Si es que no he vuelto a probar ninguno igual…

De regalos y visita

Pues bueno, se acabaron las fiestas. Toca volver a la rutina (para quien la tenga, yo todavía la ando buscando) y eso para mí y para mi novio implica buscar trabajo hasta debajo de las piedras. Yo para empezar ya he echado el curriculum en una tienda que está muy cerca de casa y busca gente. Ahora que ya lo tengo preparado y listo para entregar iré más deprisa. A ver si mañana entrego un par más por lo menos.

Resulta que el día 3 llegó a casa el paquete que me tocó en el sorteo de Mamá en Bulgaria, pero como todavía no habíamos vuelto hoy he ido con el aviso a correos a recogerlo. ¡Y es un paquetito precioso! Si no fuera porque se me ha quedado en el salón y ya están todos durmiendo, iría ahora mismo a sacarle una foto para ponérosla. Tenía que haberla hecho antes… A ver si mañana me acuerdo y veis la cucada que me ha enviado. Es un botecito de esencia de rosa muy típica de Bulgaria, y viene dentro de una cajita de madera que me tiene enamorada. ¡Gracias Mamá en Bulgaria, me ha encantado!

Eso ha sido a media tarde, y un rato después hemos ido a ver al hijo de Gordi, el perrete de mi madre. Lo tiene una familiar nuestra que vive a un par de calles de aquí. ¡Más rico…! Todavía es un cachorro, y aunque físicamente no se parece demasiado al padre, en el carácter se parece a Rafita cuando era más pequeño. Un perro hiperactivo con muchas ganas de juerga y unas pilas inagotables (Gordi siempre ha sido un perro mucho más tranquilo). Se ha pasado toda la visita pegándole mordisquitos a Kody, que como tiene tanta paciencia ha aguantado que el otro lo acosara durante un rato largo. Ahora sólo me falta conocer al otro hijo de Gordi, que lo tienen unos amigos. Ya os pondré unas fotos de los dos, que son para comérselos.

Bueno, ahora si que si. El viernes publicaré la lista provisional con los nombres de los participantes del sorteo. Si todavía no os habéis apuntado, ¿a qué estáis esperando? El domingo haré el sorteo. Me estrenaré con la página sortea2 (creo que se escribe así) y publicaré el resultado en cuanto lo tenga. ¡Mucha suerte a todos!

Que majos son, cuando quieren

La ETT con la que trabaja mi novio me tiene sorprendida, y mucho. Aunque alguna vez ha tocado alguna borde para tratar algún tema, hay que reconocer que tienen sus detalles con sus trabajadores.

Hoy nos han entregado una carta de ellos que se supone que llegó hace un par de días. En ella dice que nos dan 30,5 litros de gasolina para poder ir a trabajar. ¡30 litros gratis! Que alguien me diga cuando fue la última vez que una ETT española tuvo algún detalle con un trabajador suyo. Y es que el detalle no es poco, que hablamos de 45€ que nos han regalado por la cara, que la gasolina que le han puesto es de la de mayor precio (no la elegimos nosotros, en la carta venían los litros y la gasolina a poner).

De verdad que ha merecido la pena tener que recorrer 30km para llegar hasta la gasolinera con la que tienen concertado ese acuerdo. Y es que al haber cambiado de trabajo, ahora con esos 45€ puede ir a trabajar un montón de días gratis. Yo calculo que por lo menos hasta que llegue el próximo sueldo estamos cubiertos en transporte.

No se si nos darán este «cheque» para gasolina todos los meses, pero se agradece y mucho. Que bueno, la ETT se lleva un pico por tener a mi novio de empleado, que haciendo cálculos pensamos que se llevan entre 2€ y 4€ la hora por ponerlo a trabajar (viendo lo que cobra el resto y lo que cobra mi novio, nos sale a eso más o menos) y claro, tienen que cuidarlo bien.

Los zapatos de trabajo, el carnet de la máquina y ahora la gasolina. Vale, hasta que no llevas unos meses con ellos, no cobras un sueldazo (al menos a mi me parece eso) pero se preocupan por tener contentos a sus trabajadores, que es lo que cuenta. Que yo trabajé para una en España, y vamos, ni punto de comparación. A penas me dieron las gracias.

Así que estos 15 días que quedan hasta que llegue el sueldo, del único dinero que tengo que preocuparme (que tampoco es preocupación, solo previsión, no os alarméis) es el de la comida. Por el resto, todo va cuadrando.