Nuevo look

No, no os habéis equivocado de blog. Sigo siendo la misma, solo que le he dado un pequeño cambio de imagen. No me gustaba que todas las opciones estuvieran abajo del todo y he decidido cambiarlo. Y quería añadirle un par de cositas que antes no me dejaba, así que espero que os guste como está ahora.

En parte también ha sido porque no puedo hacer ningún cambio en casa. Y es que soy de esas personas que no pueden tener los muebles en el mismo sitio más de 3 meses. Cuando todavía podía, cada vez que me aburría los cambiaba todos. Y cuando digo todos, son todos. Que la cocina y el baño no los cambiaba porque todo estaba atornillado o pegado a la pared, que si no… Si una tarde me aburría, mi novio se lo encontraba todo cambiado cuando volvía del trabajo, por pesado que fuera el mueble. Probé todas y cada una de las posibilidades de todas las habitaciones. Es que me encanta. Parece una tontería, pero pasar la tarde midiendo dónde cabía cada mueble me entretenía muchísimo.

Entenderéis mi frustración ahora que vivo en una caravana. Todos los muebles están fijos y no hay quien los mueva. Y tengo pocos muebles en la caseta, pero por el tamaño que ocupan no puedo cambiarlos. Digamos que si muevo el mini-sofá o el ¿aparador? (es que nunca he tenido uno de esos) de lado, ya no puedo pasar a la cocina o a la caravana. Como poco me quedo sin una ventana. Lo único que puedo mover es el mueble de la tele que es muy pequeñito. Y ni por esas, que el cable de la antena es corto y sólo tiene un sitio posible. Tendré que esperar a tener una casa y muebles de verdad que mover. Hasta entonces, los cambios los sufrirán otras cosas.

Cambiando de tema, hoy nos han dicho que a unos 100 km hay un supermercado que trae muchos productos españoles, y si quieres algo en concreto te lo traen. No es como para ir todos los días a hacer la compra, pero cuando podamos vamos a ir a hacer un cargamento tremendo. Y yo no me voy de allí sin unos cuantos bricks de tomate frito.

Qué ganas de ir tengo… y seamos sinceros, me pica la curiosidad por saber si los productos Hacendado han atravesado fronteras. Con un par de botes de esos en mi armario me sentiría un poco más «como en casa». Hasta el momento en que pueda ir, tendré que rezar para que la compañera de trabajo de mi novio encuentre el tomate frito y nos haga el favor de traerlo.