Bueno, he de decir que hoy ha sido un día de lo más aburrido. Mi novio tiene turno de tarde y he estado sola desde las 12 hasta hace un ratito. Si a eso le añadimos que no tengo internet, os podéis imaginar. Aislamiento total.
Y es que por problemas logísticos hasta finales de mes no tendré internet propio, pero no os preocupéis, que cada vez que puedo le secuestro el móvil a mi novio y me pongo al día, como ahora. Resulta que, yo pensando que con el saldo que tenía me llegaba para el bono de internet, me confié y no recargué el móvil, y hace un par de días me saló el aviso de que recargara, que el bono se acabó. Y claro, no voy a comprar el bono par 10 escasos días que faltan para tener que comprar otro. Ya me aguanto y espero.
Pero el tema de hoy no era ese. Ayer os dije que hago las pizzas en una Raclette, pero hasta que no leí los comentarios no me di cuenta de que no os había explicado antes qué era. Para empezar, no sé si en España hay de esas, y en tal caso como se llama. Es esto:
Es un aparato que se suele poner en la misma mesa donde se va a comer, y cada uno va poniendo lo que quiere comerse. En la parte de arriba se suele poner carne a trocitos de diferentes tipos, y en las bandejitas que van debajo se pone verduras a trocitos, queso o lo que se te ocurra pequeño. Es muy fácil de limpiar y si cenas con gente es genial. El plato de arriba sólo va apoyado y tiene debajo una resistencia que lo calienta a la vez que va dorando lo que hay en las bandejitas. Todo un invento.
Pues en el plato de arriba es donde yo hago las pizzas. La pongo encima y poco a poco se va haciendo, y de verdad que quedan riquísimas. Cuando no tienes ni horno ni microondas, cualquier olla o sartén pueden hacer el apaño para ese plato que en un principio había que hacer de otro modo. Todo vale, y de momento lo único que no puedo hacer en casa en pan de ese que viene precocinado. Por cierto, acepto sugerencias, que las barras «normales» son difíciles de encontrar si no son precocinadas.
En fin, fue un gran regalo y nos lo hemos pasado muy bien cocinando con ella. Es uno de esos inventos que hasta que no llegué aquí no había visto nunca, y que ahora veo como un gran compañero en la cocina.