Sobrecarga

La tragedia se ha desatado en casa desde hace unos días. Nadie podía predecir lo que iba a pasar, y ahora lo estamos pagando. El antiladridos de Rafita se ha roto. Se ve que el aparato no ha podido más, y después de 2 años largos de servicio ha decidido despedirse.

Tenemos la teoría de que no estaba preparado para tanto trabajo una temporada tan larga y se ha quemado. Rafita, probablemente, haya ladrado tanto como para llegar al extremo de darle demasiado trabajo al aparato. Si es que este perro no es normal. Así que ahora estamos echándole imaginación para que no vaya ladrándole hasta a su sombra por la calle. Y lo que de momento va funcionando es un spray con agua fresca dentro (sin limón, vinagre u otras burradas que he leído por ahí) de esos que tiran un chorrito, no de los que pulverizan.

La gente se sorprende cuando me ven por la calle con dos perros y un bote amarillo pegándole regadas a los fieras cuando hacen algo mal como ladrar. Y oye, parece que lo van captando. Rafita de momento ladra un poco menos cuando se cruza con otro perro. ¿Será posible que esté haciendo más efecto un spray de 1€ lleno de agua que un cacharro de 80€?

La gran ventaja que tiene frente al antiladridos es que ahora me sirve para los 3 perretes y no solo 1. Si alguno hace algo que no debe, churretazo al canto. Eso sí, Rafita es el que más mojado va de todos. Que sí, mejora. Pero sigue ladrando. De verdad, creo que este perro no es normal del todo. ¿Por qué todos lo captan a la 1º o 2º y Rafita sigue y sigue dándole igual todo? Que oye, un chorrito de agua en zonas estratégicas molesta, pero creo yo que los calambres le molestaban más seguro.

Bueno, seguiré con el spray con agua, que el presupuesto no me da para comprar otro antiladridos. De verdad, este perro me va a volver loca como siga así. A mí y a todos los vecinos, que como ya no tiene impedimentos, cada vez que tenemos que dejarlos solos se pone a ladrar en la puerta durante un rato. Como consiga arreglar el aparato (nunca hay que perder la esperanza) se va a llevar sorpresas por partida doble. Que sí, el bote funciona. Pero llevar medio litro de agua y un trozo de plástico clavado en la mano no es muy agradable. Quiero el cacharrito de vuelta…