Que viva la tele

He leído en otros blogs que hay gente que la tele alemana no les gusta. He de decir que yo estoy encantada con ella. Me hace mucha compañía en esas interminables horas que paso sola con los perros. Y es que, a pesar de que en muchos canales son muy aficionados a los «realitys» de cualquier tema, también hay programas que me encantan. Desde que descubrí que hay un canal que pone todas mis series favoritas a lo largo del día, es uno de los que más veo.

A parte, siempre ponen alguna película decente hasta altas horas de la madrugada, no como en España que a la gente que somos un poco nocturnos nos obligan a ver a la pitonisa Lola en muchos canales y en el resto jueguecitos chorras del tipo «2+2». Al final por aburrimiento acabábamos viendo un documental que dormía hasta las piedras. Aquí por suerte eso no pasa, y en algunos canales, si te pierdes la sesión de las 20:15 (la hora en que acaba el telediario y empieza la «hora punta» en la tele) no pasa nada, que sobre las 00:30 volverán a poner la misma otra vez. Todo un detalle para la gente que trabaja hasta tarde.

Vale que no es del todo gratis, ya que hay que pagar 18€ al mes por ver la tele pública. Pero bueno, que se le va a hacer. Porque ya nos ha llegado la cartita «invitándonos» amablemente a pagar ese dinero al mes. Da igual que no tengas tele ni radio, hay que pagarlo igual. Menos mal que solo hay que pagarlo una vez por casa y no por persona, que me han comentado que antes era por aparato. Menuda ruina para algunos.

He de decir que haberme tragado tantas pelis tantas veces tiene sus ventajas, que ahora las veo en alemán y, como me acuerdo de los diálogos, voy aprendiendo palabras nuevas a diario. Hay algunas que hablan demasiado rápido para mí, pero alguna palabrilla suelta cae. Parece mentira que haya aprendido más con la tele que con el curso de alemán.

Como nota curiosa para los que no viváis en Alemania, deciros que hay un canal para niños que tiene 24 horas al día un personaje en la tele. Una especie de comentarista para los peques (según me han explicado) que lo comenta todo. Es un cuadrado marrón con manos y patas que tiene la cara dividida por una cruz. A mi me parece una galleta amorfa, y de verdad me parece un personaje grotesco para los niños. Y por alguna extraña razón, odio esa galleta. Cada vez que cambio de canal me la encuentro haciendo zaping y cada día la odio más. No preguntéis por qué. La odio y punto.

Definitivamente, me gusta la tele alemana, aunque no entienda demasiado. Lo que no tiene ni pies ni cabeza para mí, son algunos anuncios. Pero por el resto, yo encantada, que a este ritmo en un par de meses ya podré formar frases de más de 4 palabras seguidas.