Que saquen la cámara oculta

Va, esto ya parece una broma pesada que se está alargando hasta el punto del mosqueo. Porque si me dicen que todo ha sido una broma, me lo llegaría a creer. Y es que parece que alguien nos quiere hacer la puñeta.

Hoy hemos ido a la ETT para la que trabaja mi novio para que le den la dirección donde mañana va a sacarse el carnet de la «Fenqüi» (gracias Mariajo por soplarme el nombre) y de paso a preguntar si se cobraba hoy o el lunes, ya que el 15 es mañana. Pues bien, le dicen que no saben, que depende de la central. Hasta ahí todo normal. Lo que ya ha mosqueado es que le han dicho que no va a cobrar el mes entero, que se cobran los días del 1 al 30 o 31 pero el día 15 del mes siguiente. Cojonudo. Este mes solo entran 2 semanas de trabajo. ¿ No lo podían haber dicho antes? Menos mal que hemos tenido contribuciones a la causa, si no este mes entre alquiler y gasolina nos morimos de hambre.

Claro, nosotros emocionadísimos que en breve se cobra y al final nos vamos a quedar con la miel en los labios. Si, cobra, pero bastante menos de lo que esperábamos. Y no creáis que las sorpresas acaban ahí, ojalá. Resulta que las horas extras no las pagan en el mes siguiente, las guardan y las pagan cada 6 meses o así. Así que se va a quedar el sueldo en algo menos de la mitad este mes.  Menuda gracia.

De lo único que me alegro, es que al ir al banco ya estaba ingresado y ha sido una suma razonable. Para pasar el mes tenemos. Justicos, pero tenemos. Y ya el mes que viene cobrará el sueldo completo. Y menos mal que el trayecto al trabajo es mucho más corto y con lo que antes hacía 2 viajes de ida y vuelta, ahora tiene para semana y media.

Y ahora os cuento algo positivo, que tanta negatividad no es buena. Al ir al banco, había montado un stand con una promoción. Resulta que si te abres una cuenta de ahorro (por llamarlo de algún modo) entras en el sorteo todos los meses de dinero (entre 15€ y 25.000€) o un super-coche (con el que hasta yo he babeado, que lo tenían en la puerta). Un Audi descapotable blanco precioso al que, si me lo dieran, ni le quitaba las pegatinas de promoción. Y la verdad es que no es caro. Son 10€ al mes. 8 para la cuenta de ahorro, 0,50€ para el banco y 1,50€ para fines benéficos. La verdad es que me parece genial. Ahorras y por un par de euros al mes (más de lo que algunos se gastan en  sorteos del estilo de la Primitiva) entras en el sorteo y ayudas a la gente.

Así que si veis un Audi descapotable por España dentro de unos meses con una pareja con una sonrisa de oreja a oreja, somos nosotros. Por cierto, así con la coña (que nos han dicho que han caído ya dos coches en ese banco en concreto) nos hemos apostado que yo me tiño de rubia (para ir a juego con el coche pijo) y mi novio se rapa la cabeza entera. Así que será fácil distinguirnos.

Eficiencia alemana

Hoy hemos ido al banco a por mi tarjeta. He de decir que el concepto de «cartilla» o «libreta» al que estaba acostumbrada en España, aquí creo que no existe. Te dan una tarjeta y tu mismo imprimes los resguardos de tus movimientos juntando al equivalente de la libreta.

Pues allí en el banco que me presento yo con mi escaso alemán (que algo se me está quedando de ver la tele) y mi inglés a por la tarjeta yo sola. Todo sin problemas. Muy majas las trabajadoras y muy atentas, hablando conmigo en inglés sin problemas y eficientes. Vaya diferencia a mis visitas al banco en España. Que una sonrisa no cuesta dinero y queda muy bien.

Y es que han sido un encanto cada vez que hemos ido. Cuando quisimos abrirnos una cuenta cada uno, nos hicieron pedir cita previa. No entendimos al principio por qué, pero cuando llegó la cita lo vimos claro. Había preparado los folletos, las carpetas y todo lo que pudiéramos necesitar que se adaptara a nosotros lo mejor posible. Una hora y media explicando para que sirve cada tarjeta, qué pone en cada hoja para firmar, las ventajas que pueden ofrecernos. Todo ello con un café para cada uno y una sonrisa en la cara. En el banco de al lado de casa de mis padres (si, ese en el que la han liado varias veces) ni las gracias.

Pero algo para lo que no estaba preparada (y que en España nunca podré encontrar) es la parte donde nos explicaba (yo mediante intérprete) que si algún trabajador del banco nos atendía mal, solo teníamos que rellenar una hoja y… ¡nos darían un regalo! Te premian por sacarle los defectos. Si en España hicieran eso, más de una empresa se iría a la ruina por la gente tan antipática que tiene como empleados. Claro que con lo simpáticas y atentas que han sido conmigo, no hay de qué quejarse. Eficiencia alemana pura y dura.

A la vuelta a casa hemos tenido un momento de «efecto UEEE» en el coche. Por la autopista hemos pillado atasco y hemos tenido un tramo a 5 Km/h. En esto que empiezo a escuchar flamenquillo de un coche cercano. Bueno, a algunos alemanes les gusta mucho el flamenco, y la matrícula de coche es autóctona, así que nos quedamos mirando disimuladamente. No parecía de la zona, así que mi novio ha soltado en voz alta «¿Español?» y para nuestra sorpresa, con un acento andaluz de esos tan característicos e inconfundibles nos ha soltado un «¡Vosotros también!».

Y bueno, aprovechando el atasco hemos estado hablando, y resulta que trabaja en nuestro pueblo. Y a juzgar por el coche que llevaba, no le va nada mal.  Muy majo él, que iba de camino a su trabajo con una sonrisa de oreja a oreja. Decirme cuando fue la última vez que visteis a un trabajador de alguna fábrica ir a trabajar un día normal con una felicidad contagiosa.

Una excursión divertida y agradable por la zona con una sorpresa en el camino, que si no llega a ser por el flamenquillo, nunca hubiéramos sabido que el hombre era español. ¡Un besazo para todos los andaluces que me leéis, salaos!

La mami al rescate del blog

Señoras y señores, el blog está a salvo. Mi mami, que últimamente está ayudando mucho, me ha liberado un móvil desde España. Tengo un pequeño móvil (que tiene lo justito para conectar el portátil a internet) que era de una compañía española y esta se negaba a liberármelo diciendo que como no era de contrato, su política era pasar de mí. Así, tal cual.

Así que ha acudido mami cuando el blog decía ¡Socorrito! y ya no peligra. Podré seguir posteando a diario sin problemas (y navegando por internet, todo sea dicho, que los días son muuuuuuy largos cuando no trabajas y andas incomunicada con el mundo exterior físicamente). Benditas liberaciones vía internet. Que aquí me dijeron que eso era imposible de hacer, que lo llevara al servicio técnico de España. Gente con pocas ganas de trabajar hay en todos lados.

En cuestión de 2 horas ya tenía el móvil libre sin problemas, a la primera y lo más importante, el móvil no ha salido de mis manos. Que pensándolo igual les llevo el de mi novio y me dicen que lo tire y punto. Mejor no volver por esa tienda con un problema técnico, que lo arreglan rápido y corriendo. A la basura y punto.

Si ahora la incompetente del banco español con el que trabaja mi madre no vuelve a cagarla (que en poco más de 4 horas la ha cagado 3 VECES), la cosa irá sobre ruedas y el aporte económico me llegará esta semana. Ahí es donde se nota la preparación de algunas personas para hacer su trabajo, que yo no sé que estudios tendrá esa persona, ni la conozco, pero liarla parda 3 veces seguidas en tan poco tiempo no lo hace alguien con dos dedos de frente.

Yo no se que pensaréis, pero si a la cajera del super de la esquina le falta dinero un par de veces en la caja la despiden. Y esta no se cuantas veces la habrá liado, pero trabajando en un banco alguien tendría que darle un «toque de atención». ¿Tan complicado es rellenar 3 casillas con numeritos? ¿En serio? No se equivocará y pondrá un par de ceros de más en la cifra a enviar. Eso seguro que no. Ahí no le diría nada, oye.

En fin, recemos que no la haya cagado una cuarta vez y vaya todo correcto, así toda la familia estaremos más tranquilos. Y ante todo no me cansaré de decir ¡GRACIAS, MAMI!