El fútbol mueve el mundo

Por todos es bien sabido que el fútbol mueve el mundo, une a todo un país y de más. Pero hasta que no he llegado aquí, no he visto realmente el alcance que tiene en ciertos lugares.

Muchos sabréis que ayer se jugó la final y que eran dos equipos alemanes. A mi novio (que tenía el día libre) le tocó ir a ver el partido con los vecinos después de que le invitaran. He de decir que no le entusiasma, puede ver un partido, de hecho hemos visto juntos jugar la selección española en su momento. Pero poco más. Así que el pobre se tuvo que tragar el partido, los gritos y la celebración posterior (que se escuchaba desde nuestra caravana).

Pero hoy ha sido cuando me he dado cuenta de que hay empresas por aquí que han decidido dar o bien el sábado o el domingo, según toque, libre a sus trabajadores para que pudieran ver el partido (ya me extrañaba a mi que mi novio tuviera el sábado libre). La vecina me ha contado a través de mi intérprete personal que a su marido le han dado la mañana libre en vistas de que ayer era el «gran partido».

Yo no se si será así en todas las empresas, pero desde luego por el camping había más gente de la normal haciendo día de fiesta. Litros y litros de cerveza (vivan los tópicos) y por primera vez desde que estamos aquí, se ha escuchado el ruido de las caravanas de alrededor.

Fíjate tú que al final si que saben hacer ruido y que sólo son silenciosos cuando no hay fútbol. Por el resto, aquí no se oye ni una mosca.

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